En este sencillo ejercicio vamos a sentir y manipular la energía de una manera muy básica y sencilla.
Para ello, tener una ligera noción de qué es la visualización nos ayudará.
Vamos a ello, primero de todo: ¿Qué entendemos por energía?
Sin meterme demasiado en la teoría, diré que la energía es aquello que se encuentra en todas partes, en el espacio, en la materia, en nuestros cuerpos... Es una especie de vibración que se transmite a través de todo lo existente de una forma u otra. Existen diferentes estados vibracionales que dan lugar a los planos (de mayor a menor densidad en la materia a medida que la vibración es más grande). Gracias a esta energía que une todo lo que existe, es por lo que la magia es efectiva. Un cambio en esta energía producida por nosotros intencionadamente tendrá consecuencias a otros niveles, ya que todo está enlazado y unido.
Espera, entonces ¿es seguro lo que me vas a proponer en este ejercicio?
Sí, realmente va a ser una toma de conciencia con esta energía, para sentirla de una forma más tangible y ayudarnos a visualizarla. De cualquier forma, recomiendo acostumbrarnos a empezar estas prácticas descargando a tierra y protegiéndonos (traducido del inglés: grounding, centering, shielding... que no estoy acostumbrada a leerlo en español y desconozco el término).
Sin más dilación, ¡empecemos!
NOTA: Recuerda descargar a tierra toda la energía después de este tipo de ejercicios.
Para ello, tener una ligera noción de qué es la visualización nos ayudará.
Vamos a ello, primero de todo: ¿Qué entendemos por energía?
Sin meterme demasiado en la teoría, diré que la energía es aquello que se encuentra en todas partes, en el espacio, en la materia, en nuestros cuerpos... Es una especie de vibración que se transmite a través de todo lo existente de una forma u otra. Existen diferentes estados vibracionales que dan lugar a los planos (de mayor a menor densidad en la materia a medida que la vibración es más grande). Gracias a esta energía que une todo lo que existe, es por lo que la magia es efectiva. Un cambio en esta energía producida por nosotros intencionadamente tendrá consecuencias a otros niveles, ya que todo está enlazado y unido.
Espera, entonces ¿es seguro lo que me vas a proponer en este ejercicio?
Sí, realmente va a ser una toma de conciencia con esta energía, para sentirla de una forma más tangible y ayudarnos a visualizarla. De cualquier forma, recomiendo acostumbrarnos a empezar estas prácticas descargando a tierra y protegiéndonos (traducido del inglés: grounding, centering, shielding... que no estoy acostumbrada a leerlo en español y desconozco el término).
Sin más dilación, ¡empecemos!
- Ponte cómodo. Sentado con la espalda recta o tumbado es buena postura. Respiramos profundamente un par de veces hasta que nos sintamos relajados y tranquilos.
- Ahora frotamos las palmas de las manos una contra otra durante medio minuto o un poco menos. Date cuenta de cómo tus músculos se tensan y activan, y tus palmas de las manos se empiezan a calentar.
- Cuando haya pasado el tiempo, separa lentamente las palmas de las manos entre sí, pero sólo unos pocos centímetros. ¿Sientes un cosquilleo? Esta es una manifestación de la energía de la que hablábamos. Con la tensión del cuerpo y la fricción, hemos activado la vibración de la energía y ahora mismo fluye entre las palmas de las manos que están separadas.
- Si no sientes nada, prueba a repetir el ejercicio un par de veces o comienza a practicarlo durante unos días mientras te concentras, empezarás a sentirlo.
- Ahora que sientes la energía, comienza a manipularla, a hacer formas con ella. ¿Qué pasa si vas separando las palmas de las manos? ¿Y si las juntas más? ¿Puedes crear formas con la energía?
- Crea esferas de energía imaginando que la energía fluye en sentido de las agujas del reloj, pon las manos en forma de copa envolviendo la esfera y hazla crecer y disminuir con la visualización. Siente su forma, fuerza y calor sobre tus manos.
- Cuando hayas terminado, puedes volver a incorporar la energía en tu cuerpo, una forma es absorber la esfera de energía presionándola hacia tu estómago, o volver a juntar las palmas de las manos hasta que la energía desaparezca y sacudirlas para eliminar el remanente.
NOTA: Recuerda descargar a tierra toda la energía después de este tipo de ejercicios.
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